Las HERIDAS EMOCIONALES se producen durante los primeros años de vida, durante las primeras experiencias.
Cuando el dolor no es aceptado o no le hemos prestado atención, el dolor persiste y se hace mas grande. Estas heridas suelen estar tan profundas, que nos impiden avanzar y disfrutar del presente.
No nos perdonamos y nos negamos a pasar página. Si no soltamos el pasado, volveremos a revivir esas experiencias en nuestro presente y en el futuro.
HERIDA DEL ABANDONO: Cuando el niño se siente desprotegido ante la figura de sus padres o cuidadores. No quiere decir que lo hayan abandonado pero el subconsciente del niño, lo percibe así, puede que tal vez los padres debían irse a trabajar.
En la vida adulta, genera dependencia emocional e inseguridad. Tiene un caracter victimista, necesidad e apoyo y mucha atención. A veces adoptan una voz infantil. Suelen ser tristes y lloran con facilidad.
HERIDA DE LA TRAICIÓN: Cuando los niños sienten que sus padres o círculo mas cercano, les rechazan por varios motivos. Tal vez por falta de tiempo (ahora no puedo) o porque les prometen cosas que nunca se cumplen.
En la vida adulta, se creen fuertes y capaces de asumir muchas responsabilidades. No cumplen con sus compromisos. Mienten fácilmente. Manipulador. Creen que siempre tienen la razón, impacientes e intolerantes. También seductores. Actúan para destacar, son muy desconfiados.
HERIDA DE HUMILLACIÓN: Cuando creen no estar recibiendo lo que merecen o lo opuesto, no merecer lo que reciben. Suelen tener un entorno o padres fríos y autoritarios.
En la vida adulta genera una rigidez, perfeccionismo. Actúa para destacar y ser perfecto. Se justifica todo el tiempo, tiene dificultad para pedir ayuda. Le gusta el orden. Le cuesta mostrar afecto y disfrutar sin sentirse culpable.
HERIDA DEL RECHAZO. Cuando el niño se siente rechazado por sus padres o no se siente aceptado tal como es.
En la vida adulta desarrollará una personalidad huidiza, baja autoestima, rechazo en uno mismo, incluso prefieren estar solos y aislados, Se sienten incomprendidos. Tienen la capacidad de hacerse invisibles.
Cuando miramos con compasión esas heridas, inmediatamente esas experiencias, personas y situaciones empiezan a transformarse.
Asi nacieron nuestras heridas del alma, hasta que se vio afectado el cuerpo físico y determinó nuestra fisiología.
Sanando esas heridas, el cuerpo físico tambien cambia.