A medida que vamos viviendo y experimentando en ésta tercera dimensión, todas las experienias dolorosas de la niñez y de la adolescencia se bloquean, debido a que no tenemos la madurez suficiente para hacernos cargo de todas esas situaciones y emociones que se nos presentan y las dejamos sin gestionar y sin solucionar, apartándolas y ocultándolas.
Nos alejamos del dolor físico, apartando nuestra consciencia de ésta parte de nuestro cuerpo, bloqueando nuestra angustia mental y emocional, tensando nuestros músculos, reprimiendo nuestros sentimientos en el inconsciente y en casos extremos, nos separamos de nuestro cuerpo físico. Todo esto provoca que nos rodeemos de nuestra propia energía negativa, ya que la hemos creado nosotros mismos.
Cuando detenemos y reprimimos esa experiencia negativa de dolor, angustia, enfado, miedo o cualquier trauma y no le prestamos atención, también detenemos la corriente de nuestra sombra, nuestra energía negativa, esa parte de nosotros que negamos y la dejamos sin atender y sin solucionar porque no tenemos recursos para hacernos cargo.
Desde antes de nacer, todos aquellos traumas que no se superaron en existencias anteriores, que fueron reprimidos o no experimentados, se guardaron como bloqueos energéticos en nuestro cuerpo en forma de patrones y saboteadores. También las experiencias y emociones, que ya desde el vientre de nuestra madre experimentamos y bloqueamos inconscientemente.
La parte de nuestra alma asociada con esos traumas, se congela en el momento que detenemos el dolor, que lo dejamos de atender, por lo tanto esa parte queda congelada en el tiempo y no madura al mismo tiempo que nosotros. Eso es lo que se convierte en nuestro NIÑO INTERIOR.
Podemos encontrar muchas partes de nosotros que tienen diferentes edades. Si el acontecimiento que está bloqueado, sucedió cuando teníamos 3 años de edad, por ejemplo, esa parte de nuestra alma todavía tiene 3 años de edad. Entonces, esta persona cada vez que tenga un acontecimiento similar asociado a ese trauma, actuará como si tuviese esos 3 años, hasta que éste sea reconocido, aceptado y trasmutado, Los bloqueos, al fin y al cabo, son resistencias que nos impiden avanzar hacia el cambio que necesitamos.